Cuando una menos se lo espera...¡¡Zas!! siempre salta la liebre y como dice el dicho....
Siempre se pilla antes a un mentiroso , que a un cojo.
Ya pueden disfrazarse de corderitas tiernas pero si risa siempre es fria como el hielo y detras de esa apariencia , siempre está la loba.
Da igual las sutilezas con que se disfrace , las caritas tiernas que pongan..
No eres cordera sino Loba.
Antes de que tú vayas yo vengo de allí y ato cabos antes que tú .
Siempre enmarañando con telarañas, echando redes .
Te he visto y sé quien eres.
¿ Cómo puede caber tanta hipocresía en un cerebro tan pequeño?
Acaso crees que engañas a alguien?
Pues te equivocas y mucho.
Se te ha visto el cordero, que no el plumero.
Pero no eres corderita sino Loba.
Loba por traicionar , loba por engañar, loba por mentir.
Pero tranquila corderita que a cada cerdo le llega su San Martín y como en esta vida arrieritos somos y en el camino nos encontraremos...
La traición se volverá contra ti , multiplicada por mil.
Ya sabes... la vida es un boomeram y quien la hace la paga.
Si algunas corderas pensais que somos ciegas...
Las ciegas sois las lobas , porque os hemos visto venir , incluso os hemos dejado actuar para cercionarnos que no estabamos equivocadas antes de reaccionar y daros caza.
Cazadas estais Lobas.. muy cazadas y habeis caido en la trampa tendida.
Si pensais que las cazadoras somos tontas, os habeis equivocado de fauce a rabo.
Sabemos quienes sois y dónde estais, las horas y lugares dónde os moveis.
Habeis jugado con fuego y ahora el fuego corre trás vosotras.
Lobas.
Cazaré a toda loba que entre en mi territorio, en el de mi gente.
Si no sabeis respetar.... quedaros encerradas en vuestras loberas, buscar en otros terrenos otras piezas a depredar.
Mientras yo continué aquí , ni una sola loba cruzara mi territorio y salvaguardaré con esmero los territorios de los mios.
Nada más chavacano , ruín y sibilino que no saber respetar los cotos ajenos.
Cuando menos os lo espereis ¡¡Zas!! palo detrás de las orejas, que no tiros.
Mis balas son verbales y van dirijidas, a esas lobas que muy bien saben quien son.
Corderitas frias como el hielo, telarañas enmarañadas y sepúlcrales volver a dónde nunca debistes salir.
Las loberas.
Relato.
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