lunes, 26 de noviembre de 2007

Ella..otra vez yo.


Ella era espiritual como el aire corriendo por las calles de madrugada. Ella era intensa como un núcleo atómico rozando la catástrofe nuclear. Ella era bella como el dolor en estado puro. Fuerte como el delirio de un loco desahuciado. Equilibrada como las mareas. Ella tenía una mirada capaz de atravesar vidas enteras. El gesto de su rostro emanaba la calma de oriente y el caos de occidente. La suavidad de su piel sugería el deslizar de los cuerpos desnudos por las dunas del desierto. Ella estaba totalmente desquiciada. Loca, brillante y perfecta en su inifinidad de taras, podías perder la cabeza por una palabra suya, por un jodido mohín de esos labios llenos de obsceno significado.

ELLA. OSEA YO


Ella era afortunada e infeliz, porque la suerte no tiene por qué significar plenitud. Porque la suerte a veces es seguir resistiendo en medio del ruido y la furia. Porque quizá la suerte no exista y nos consolemos jugando con un término inventado. Ella tenía la edad justa, que podía ser un número matemático o una sensación emanada de las caprichosas afinidades que sólo el azar dicta. Ella era consciente de su poder, pero no lo usaba de ese modo basto y predecible tan frecuente entre las chicas extremadamente atractivas. Ella sabía cómo llevarte al delirio por muy apagado que te hubiera dejado el día.

Luna llena y 3 Pacharanes.

.....Y si eres capaz .de llevarme a la luna , apenas sin rozarme......
¿ Cómo será cuando me roces....??