lunes, 13 de abril de 2009

Cuaderno IV


SILENCIO SE GRITA:
Sólo encontrarás mis manos para retenerte .
Llegará otro silencio como carne viva.
Niebla en los sentidos y el silencio que la sombra atrapa.
Por qué la soledad es una fiebre en nuestra piel que nos envuelve.
Así vienes tú: llegas a mi y asciendes por mis venas; te conjuras en mi esencia solitaria.
El hechizo que convierte las horas en instantes.
Recordar, sin más, es una palabra náufraga.
Luego, dejas un lugar como de nadie y el tiempo termina por llevarse lo que nunca vemos.
He visto en brumas, el adiós dejado al borde del olvido,
Y siendo la nada que soy.
Soy también el Todo que tu ves.
La misma que te fascina y te impresiona.
Hay silencios por todas partes.
Estamos hechos de silencio.
Silencios que arañan o acarician, que nos empujan y que nos paran en seco como un precipicio o una roca, silencios para olvidar, para recordar y para dormir.
Silencios con los que me haces pensar, recordar, sentir y también sufrir.
Silencio. Se grita.
Txuspi(R)


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