miércoles, 29 de octubre de 2008

Echó las cartas al fuego y con ellas su designios .

Y en el intrincado devenir de fuego, asumió su destino y también se fundió en la hoguera.
Asumo desdichas y contiendas.
Apostó su alma en cartas marcadas e inexorablemente perdió el rumbo.
Conjuré rabia contra molinos como un Quijote.
Su vida eran retazos desperdigados en límites insistentes.
No conservaba memoria de ellos. Eso lo hacía diferente.Entre otras cosas.
Acalló máscaras que musitaban a mi alrededor .
Me declaro absuelta de pecados que dejaron de habitarme, me declaro libre de dagas y espinas.
Por último e inevitablemente me declaro loca.
Donde no escapan fantasmas donde la noche es bruma.
Por qué abrigo locura en cielos y eternidades ,por qué restaño heridas que no callan sus puñales.
Que ya no recorren mi intimidad ni la respeta.
Cien veces niego tu rito y grito locura .
Me harté de tu vacío que dibuja huellas en páramos de quebranto.

Txuspi (R).
En una mañana otoñal y soleada en Madrid .
El sol está conmigo y todos los fantasmas han huido.

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