El tren comienza su marcha, traquetea entre los muchos raíles parecía que fuera pegando botes mientras se alejaba .El vagón llevaba poca gente , un par de personas más adelante hablaban entre risas y alboroto .
Ana cerro sus ojos y suspiro mientras una tristeza le invadió por dentro.
Recordó la cara de Sor Pia muerta.
Cara que parecía tener una luz especial debido a la sonrisa con la que murió puesta.
Bueno, al menos murió contenta eso pensó.
En el fondo esa mujer de ariscas maneras le caía bien , incluso le gusto hacerla el amor aquella noche en la que murió.
Precisamente por aquella noche en la que ambas se saltaron todas las reglas , ella había decidido partir para siempre de ese encierro , primero impuesto y luego voluntario, pero que hoy , un día cualquiera 25 años después había decidido poner fin a ese cautiverio que tan pocas cosas le habia aportado.
Le apetecía mucho fumarse un porrito de hierba pero había olvidado su pipa y además no tenia tabaco.
El tren hizo una parada , era ya noche cerrada y apenas pudo ver el nombre de la estación.
Entraron al vagón un grupo de jóvenes .
Algunos de ellos llevaban botellas y un gran radio cassette, la música envolvió todo el vagón con un gran estruendo .¡ Jesús! que es eso dijo sin poder evitarlo.
Que va a ser señora ACDC.¿ no se nota?
Ahora que si a la señora le molesta lo bajamos un poco.
Uno de los chicos con gran desparpajo comenzó hacerse un porro y en ese momento le entro un gran mono.
Deseaba tanto fumarse uno propio .
Le daba reparo pedirles un papel , pero por otra parte si no lo hacia se quedaría sin fumar.
Trago saliva y se dirigió a uno de ellos.
¿Podrías darme un papelillo?
¡Ah! es que la señora fuma...El chico le paso varios papelillos y de paso le paso el porro .
Ana lo cogió y aspiro fuertemente varias caladas.
Todos los chicos la miraron con gran interés , les sorprendió que fumara y más aún con esa pinta de monja que tenia.
Ana saco el bote de la marihuana y les ofreció un poco.
Vaya dijo el que parecía más espabilado.. no hubiera esperado que alguien como usted fumara y menos aún , que tuviera hierba.
Las apariencias engañan dijo esa y se echo una risas.
¿ A dónde vais les pregunto'?
Vamos a Reinosa , ¿ lo conoce? .. No , no lo conozco, yo voy a Santander.
Pues casi haremos el viaje juntos.
Envolvieron varios porros de la rica marihuana de sor Alegría.. bueno, Ana, sor alegría había quedado a tras para siempre.
¿Quiere un trago señora , es calimocho.. Llamarme Ana , ese es mi nombre.
Y empuñando la botella le pego un largo trago.
No le gusto mucho pero a falta de otra cosas eso le calmaría las ansias interiores .
Las horas fueron pasando y cuando se dio cuenta los chicos ya se bajaban .
Adiós , lo mismo nos vemos por Santander algún día de estos , nosotros vamos mucho .
A ver si es verdad que nos vemos.
Como Santander era final de parada no tenia de que preocuparse y se quedo dormida.
Tuvo sueños muy raros durante ese rato , pero un pitido la sobresalto.
Señores pasajeros están en Santander, fin de trayecto.
Como Ana no llevaba equipaje , tan sólo su pequeña bolsa de plástico dónde llevaba algunas fotos, las cartillas bancarias su documentación y su marihuana, salio del vagón .
Empieza a amanecer , el reloj marcaba las 6.10 h .
Fue directa a la parada de taxi.
Llevame al primer hotel que tenga más cerca.
Caro o barato dijo el taxista.
Eso me da igual, que sea bueno.
Él hombre la miro raramente como pensando, pero esta si tiene pinta de no tener un chavo encima y quiere un hotel bueno.
Le parece bien el Reina Cristina es de 3 estrellas.
Perfecto ese me valdrá.
El taxi paro a la puerta.
Son 750 Pst.
Ana le dio 1000. quedate con la vuelta.
El taxista muy sorprendido le dio las gracias y se largo.
Ana entro en la recepción.
Buenos días quiero una habitación , el recepcionista le miro de arriba a bajo.
¿ No trae equipaje? no, me lo robaron en la estación antes de salir.
¿ Para cuanto tiempo quiere la habitación ? me quedaré varios días .
¡ Por cierto! necesito ropa.. puede recomendarme algún lugar para comprar.
Si la señora espera un par de horas aquí mismo en el hotel disponemos de tiendas.
Perfecto entonces dijo Ana.
Le dio su documentación y le pago por adelantado toda una semana.
Podría subirme a la habitación el desayuno , estoy cansada del viaje y quisiera tomarlo allí.
Quiero un desayuno contundente en el que no falte fruta huevos revueltos y café.
El recepcionista estaba tan sorprendido que le costaba articular palabra, le entrego las llaves y le indico el ascensor.
No hace falta que me acompañe, sabré llegar sola.
Ana abrió la puerta y la habitación era grande y espaciosa.
Miro por su ventana y vio de lejos el mar.
A los pocos minutos llamaron trayendo su desayuno.
Se acomodo frente a la venta y desayuno con más ganas que nunca.
A tras quedaba ya su pasado y desde ese instante se sintió libre por primera vez.
Cansada de tanto viaje se quito la ropa y se dio un largo baño, como aún era temprano se tumbo sobre la cama y quedo profundamente dormida.
Una nueva vida empezaba para ella y eso le hacia feliz.
Continuara.
Txuspi(R)
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